Innominata al Mont Blanc

Es 8 de julio de 2018 y no de 1.919 cuando esta gran pared fue escalada por primera vez por S.L. Courtauld, E.G. Oliver y A. Aufdenblatten. Actualmente disponemos de mayor información meteorológica y con las redes sociales podemos minimizar el compromiso de las ascensiones. Podemos informarnos previamente del estado de la vía que queremos escalar e incluso podemos ver fotos de alguna de sus últimas ascensiones y acertar con la estrategia a seguir. Aún así, perdiendo esa parte de compromiso, la Innominata continúa siendo una gran vía, por diversos factores: su longitud, su altitud, su desnivel, su terreno cambiante y lo inhóspita de su pared. Generalmente se necesitan tres días, si no estamos aclimatados, pero también se pueden hacer en dos si vamos directamente al vivac de Eccles (3.800 m).

La Imnominata es una vía mítica y por eso se encuentra en la posición número 81 del libro de las 100 mejores ascensiones del macizo del Mont Blanc, (Rébuffat, G. (1973). Le Massif du Mont Blanc. Les plus belles courses. Denöel. Paris.). De hecho es una gran travesía de escalada en altura, porque cruza el macizo del Mont Blanc de sur a norte, pasando por sus dos cumbre principales, la italiana  -Mont Blanc de Courmayeur, 4.748 m- y la francesa -Mont Blanc, 4.810 m-. Hay que explicar que la vertiente sur del Mont Blanc no tiene nada que ver con la masificación de ascensiones que encontramos en la ruta normal de su cara norte, por ese motivo y aunque podamos coincidir con alguna cordada, estaremos prácticamente solos, como fue nuestro caso.

Partimos desde Courmayeur, para subir por la Val Veni y pasar nuestra primera noche en el camping Monte Bianco (1.500 m), que regenta un amigo de Antonio. Esa noche coincidimos con un Festival de música Celta que habían montado junto al camping -éramos de los pocos que íbamos disfrazados sin falda ni indumentaria celta- y realmente nos resulto un ambiente muy atractivo y bien ambientado. La mañana siguiente partimos hacia el refugio Monzino, remontando el valle por un gran bosque a la derecha del río y justo a la altura de un puente giramos a la derecha por un sendero marcado. 

Para llegar al refugio hay que ascender por una fácil vía ferrata equipada con cables y escalones, a la izquierda de la gran pared erosionada por la regresión del glaciar del Freney. En algo menos de 3h llegamos al refugio Monzino (2.561 m), en el que pasamos la noche para aclimatar. 

Al día siguiente, partimos a las 4 am desde el refugio para cruzar el glaciar du Brouillard sin problemas de desprendimientos de seracs y llegar temprano al refugio vivac de Eccle (3.800 m). Progresamos con los frontales y a pocos metros comienza la nieve, seguimos la ascensión esquivando las grietas y el caos de seracs que nos encontramos. De seguida remontamos a la derecha para ascender una inclinada pala que da acceso a las primeras repisas de roca que nos llevan al primero de los dos refugios vivac, el vivac Lampugnani a 3.840 m, para seguir hasta el segundo refugio vivac Marco Crippa a 3.860 m. Para llegar a estos refugios hay que trepar por roca, para pasar después a unas rampas heladas. En unas 3 horas llegamos al primer refugio, pero nos convence más el segundo porque estamos solos -en el primero hay una cordada de tres- y así estar mucho más anchos, pero ambos refugios son similares y con 6 plazas. La diferencia entre ambos es que en el primero hay que saltar la puerta inferior que se encuentra bloqueada y en el segundo disponemos de un banco plegable que colocamos en la pasarela de entrada y nos deja sentarnos y observar el gran paisaje glaciar, acompañado de la punta Innominata y la impresionante arista de Peuterey, con la aiguille Noire y las Dames Anglaises. Tal vez es una buena excusa para tomar apuntes para una futura ascensión...

Pasamos el día bebiendo y disfrutando del paisaje y por la tarde divisamos en el glaciar, una cordada de tres, que se dirige hacia los vivacs. Nos apresuramos a cenar, porque seguro que vendrán al nuestro, cuando comprueben que en el de más abajo ya hay tres personas. Cuando llegan a nuestro refugio, ya nos encontramos envueltos en las mantas y preparados para dormir. Un poco de jaleo controlado y todos a dormir. 

A las 3 am de nuevo suena la alarma del reloj. Desayuno rápido con algo de cereales y los capuchinos, organizamos el material para dejar salir primero a los italianos -van al pilar del Freney- y seguirlos de cerca, porque parece que conocen el pico Eccles, por el que debemos de pasar para acceder directamente a la arista y collado de Eccles. Salimos a pocos metros, pero de seguida la oscuridad de la noche y los gendarmes rocosos, impiden que veamos exactamente por dónde han subido. Seguimos bajo la luz de nuestros frontales con los crampones y piolets, por unas rampas heladas que nos dejan en un contrafuerte rocoso, por el que trepamos sin crampones y encordados, para llegar a un punto cercano a la cumbre en el que vemos una instalación de rápel y un paso rocoso aparentemente difícil, por lo que decidimos rapelar pensando que es la mejor forma para llegar al collado de Eccles (4.000 m). Después de tres rápeles con una sola cuerda de 60 m, nos damos cuenta que hemos descendido de nuevo a la mitad del glaciar que da acceso al collado... Pensamos que para acceder al collado por el pico Eccles, hay que irse más a la izquierda.

Remontamos una rampa helada y bastante inclinada y en unos 100 m llegamos al collado de Eccles, y tras cruzar su afilada arista, nos encaramos a la gran pared de la Innominata. Llevamos un total de tres friends, seis tornillos de hielo, nueve cintas con anillos y una cuerda de 60 metros. En esta ocasión no llevamos ningún pitón y pensamos que será suficiente... Nos miramos con atención el itinerario y después de tenerlo más o menos claro, comenzamos a escalar y de seguida encontramos el tramo clave de la vía -un paso de V en una fisura con un muro de unos 5 metros-. Desde aquí hay que seguir la lógica, con tendencia a la izquierda para salir a unas rampas, más fáciles y con menor inclinación, pero con algo de verglas que daran acceso al corredor central y de este a la arista.

En esta parte intermedia de la pared, que separa la primera parte con roca más vertical y la última que vuelve a entrar en una canal ancha que luego se estrecha y vuelve a inclinarse, dudamos de si seguir por la izquierda. Antonio y después de alcanzarlo vemos que por la derecha no pinta bien. Nos bajamos, destrepando desde unos metros más arriba por no verlo claro. Decidimos que por la canal central será mejor y acertamos -más a la derecha se encuentra otro corredor muy vertical en su parte final, que tampo-. Este tramo final coge algo más de verticalidad. Llegamos a un collado que enlaza con la arista Brouillard a 4.650 m. Desde la arista, nos calzamos los crampones y con los dos piolets progresamos por la larga pendiente helada que nos llevará a la arista cimera del Monte Bianco y el Mont Blanc. En este tramo de hielo vamos colocando los tornillos de hielo que llevamos y progresamos en ensamble. 

Después de seguir la larga arista, con algunos tramos rocosos, finalmente llegamos a las tres de la tarde a la cumbre del Mont Blanc (han sido unas 13 horas de ascensión) y comenzamos el descenso por la ruta normal, pasando por el refugio Vallot (4.362 m), refugio Gouter (3.835 m) y refugio Tete Rousse (3.167 m), para intentar llegar a tiempo a coger el Train du Mont Blanc en Nid du Aigle (2.372 m). 

Existe un contraste brutal entre la morfología de la cara sur (roca-hielo) y la norte (nieve y hielo), así como de lo inhóspito de la sur con la gran afluencia de la norte. La bajada se empieza a hacer pesada con tanta piedra y adelantamos muchos grupos que bajan de la cumbre, algunos un tanto pintorescos que incluso no se han quitado los crampones en el camino rocoso y que ya no tiene nieve... 

Son casi las siete de la tarde y llegamos a la estación y el último tren ha partido a las 17h30. No llevamos más que un par de barritas de cereales y algunos frutos secos. Nos encontramos un tubo de patatas Pringles, olvidado en uno de los bancos del apeadero, a medio acabar y nos las repartimos como niños... Comenzamos a preparar el vivac, arrastrando la alfombra de goma de la entrada de la estación, para que haga de esterilla, ya que no llevamos tampoco saco de dormir... 

Metros antes de llegar a la estación vimos una indicación al refugio Nid du Aigle, pero daba la impresión de que se encontraba cerrado o así quise verlo... Al final, después de tirar la esterilla de goma de la estación, Xavi decide acercase a ver el refugio y vuelve invitándonos de forma muy suti a pasar la noche en el refugio, yo era un poco reacio a ir, pero al final accedemos. Cenamos en condiciones y dormimos en camas de verdad y por la mañana estamos muy recuperados. Finalmente cogemos el primer tren de las 8h30 y después el teleférico que baja a Les Houches y de allí el autobús que nos deja en Chamonix. 

Esta última noche en el refugio fue clave para recuperarnos bien y poder empalmar con nuestra siguiente actividad, el Espolón del Frendo a l'Aiguille du Midi.

Xavi, Antonio y Ciscu.



En el camping del Monte Bianco 
Remontando la vall Veni

Puente antes de girar a la derecha hacia el ref. Monzino




Descansando el ref. Monzino

Refugio Monzino


Glaciar du Brouillard

Saliendo del ref. Monzino y en el glaciar du Brouillard











Grimpadas después del glaciar


Primer refugio vivac a 3.840 m





Segundo ref. vivac a 3.860 m

La Aiguille Noire y la punta Innominata con el glaciar del Freney y el glaciar Brouillard




Punta Innominata



Antonio, Xavi y Ciscu 

Saliendo a las 4 am

Corredor que llega al collado de Eccles


Collado de Eccles (4.000 m)


Comenzamos la escalada



Paso clave de V







Vistas al valle con la punta Innominata y el pico de Eccles 
Tramos de mixto llegando al corredor central


Por el centro izquierda corredor directo al collado.


En el collado de la arista Brouillar a 4.650 m

Tramos de hielo para seguir la arista










Llegando al Mont Blanc

Cima del Mont Blanc a 4.810 m.

Descenso por la ruta normal a Gouter.





Refugio vivac Vallot (4.362 m.)
Refugio de Gouter (3.835 m.)



Refugio Tete Rousse (3.167 m)

Nid du Aigle (2.372 m)

Refugio Nid du Aigle (2.372 m)

Train du Mont Blanc

Teleférico hacia Les Houches

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