Primavera con sensaciones de invierno...

Lunes 20 de mayo con tarde lluviosa y dos grados de temperatura en Laspaúles. Buen momento para correr bajo la nieve... Quince minutos más tarde copos gigantes se dejaban caer suavemente blanqueando el verde oscuro de los pinos... La nieve cada vez más intensa cuajaba en el sendero que sube a la Raya... Un palmo de nieve reciente bajo mis pies... Por un momento pensé que estábamos en diciembre, pero no puede ser, son casi las nueve y todavía hay luz... estamos en primavera...!!! Pasando el collado de la Raya (2000 m) y bajando por las fuertes pendientes herbosas nevadas que llevan a Villarrue, casi no podía parar de correr. Las zapatillas se deslizaban a su antojo y frenar resultaba realmente difícil... me sentía como un niño feliz viendo nevar por primera vez y esquiando con los pies para intentar reducir la velocidad... 

 Ocho horas más tarde partía del hospital de Benasque sin destino fijo... Dos esquiadores me preguntan dónde iré... No lo sé, dependerá de la nieve... La nieve comienza a escasos metros del hospital y tan solo una pequeña calva libre de nieve de unos veinte metros, obliga a quitarse los esquís en este corto tramo. Continúo por el camino de invierno de la Renclusa, ibón de Paderna y directo para el glaciar de las Maladetas. Unos diez centímetros de nieve polvo me brindan de nuevo el placer de abrir huella. Observo unas diez personas que suben a la derecha de los portillones con destino Aneto... Esta decidido, me apetece estar solo y subo para la Maladeta oriental... A pie de su canal dejo los esquís todo lo más alto que la pendiente me permite hacer giros maria... Salgo sin crampones y sin huella, la nieve está blanda, pero a los pocos metros encuentro hielo duro bajo la nieve... Crampones, piolet y con paciencia llego al collado para después ascender a su cumbre...  A la izquierda de la canal se pueden observar un par de cornisas que amenazan en caer sobra la canaleta, por lo que es mejor comenzar bien pegados a la derecha. En la cima, momentos de tranquilidad, paz, reflexión y un merecido bocadillo. Me recreo en un paisaje sorprendentemente nevado... ¿Quién diría que es primavera? La bajada es impresionante, por una nieve polvo espectacularmente buena para la época...