PILAR SUR, BARRE DES ECRINS
Otra clásica ascensión que junto a la S de la Meije no le debe faltar a los coleccionistas de este impresionante macizo.
Era octubre y teníamos previsto aprovechar unos días de fiesta para escalar. No teníamos claro ni el lugar ni la vía. Tentados por intentar alguna de las nortes clásicas, comprobamos después de mirar la meteo de que el último temporal había dejado demasiada nieve para meterse en una norte. Discutiendo si ir a Chamonix o a Pirineos, al final la meteo lo dejo muy claro... Cuatro días de buen tiempo era la previsión de meteofrance! Para los Ecrins nos vamos...!!!
De camino a Ecrins, pasamos a visitar y hacer noche en la casa de nuestro amigo Jordi Vilà, que estaba haciendo el doctorado en Grenoble. Comentando el tema nos animó a ir al Pilar sur de la Barre des Ecrins (él ya lo había escalado) porque las caras sur seguro que estarían menos cargadas de nieve, después de la primera y abundante nevada de casi 80 cm de nieve en altura.
Por la mañana partimos dirección al Briançon y a el pueblo de Ailefroid, para llegar después por la tranquila carretera hasta el aparcamiento de Pré Madame Carle. Donde se unen los dos glaciares que rodean la Barre des Ecrins, el Glaciar Noir y el Glaciar Blanc.
Preparamos las mochilas con el material de escalada y comida para al menos dos días...
A las 15h partíamos dirección al glaciar Noir, remontando su morrena, y montando nuestro primer bivac en unas rocas situadas a la derecha y final de la morrena, en una zona ya adecuada para tal fin (Balmes de François Blanc). Para cenar una tortilla de patatas para compartir y a dormir que en breve nos ponemos en marcha.
A las 5,00 h sonaba el despertador. Recogida de material, hacemos pequeño desayuno y remontamos el glaciar para llegar en una hora y media hasta la rimaya, que nos dejará en la base del espolón.
Tras remontar unos largos de III y IV nos situamos en unas terrazas de piedras, que ascendemos con tendencia a la derecha para luego volver a la izquierda y subir por una chimenea herbosa hasta situarnos próximos al espolón.
Desde aquí seguimos ascendiendo por la derecha, por pendientes fáciles, para después volver a la izquierda con tendencia al espolón. Después de unas horas ascendiendo por la zona más lógica y buscando las debilidades del terreno, nos encontraremos una zona de vivac que desechamos por ser todavía demasiado pronto y poder aprovechar la luz del día. Seguimos el espolón en 3 largos más de IV, hasta situarnos bajo un muro vertical (Tour Rouge). Lo bordeamos por su derecha para seguir por unas chimeneas hasta alcanzar la brecha bajo el Bastión. Aquí llegamos sobre las 19 h y empieza a oscurecer. No encontramos el bivac que está en la cara O (3500m) y que nos había indicado Jordi que se podía coger agua, pero la zona se encontraba nevada y la oscuridad impidió que lo localizaremos. Pasamos la noche en el filo de la arista, estirados pero con la cuerda muy tensa por la pendiente. Cenamos y mal dormimos durante una larga e incomoda noche...
Amaneció y de seguida pusimos el hornillo a derretir nieve para desayunar y llenar las cantimploras. El primeros rayos de sol comenzaron a tocarnos y a quitarnos el entumecimiento de la noche. Desayunamos y de nuevo nos pusimos a escalar.
El día anterior ya habíamos escalado los primeros 700 metros del espolón y ahora tocaba la parte con mayores dificultades. Varios largos de V+ con una mochila de unos 10 kg a la espalda, que nos hacía pensar en si llegaríamos a alcanzar la cumbre de día...
El primer largo de V se encontraba muy descompuesto, pero Pepe que iba de primero, lo superó con maestría. Montamos una reunión colgada, para seguir luego en dos largos más de (IV-, IV+) con tendencia a la derecha por unas fisuras, para encontrar una terraza. Seguimos con tendencia a la derecha para luego volver a la izquierda y situarnos próximos al filo del espolón (IV). En dos largos más nos situamos bajo el muro terminal (IV).
Continuamos el muro por una fisura roja, para desviarnos a la derecha y rodear el muro y pasarnos a la cara E. Desde aquí, flanqueando, encontraremos una reunión (IV+). El siguiente largo de V, V+, nos situará en otra reunión donde seguiremos hacía la izquierda por unas placas lisas (le Miroir), que las encontramos nevadas, donde al final de estas nos situamos en la cima del Bastión.
Desde aquí seguiremos por la arista hasta llegar a la cumbre y superando un desnivel de 300 m, que seguiremos por chimeneas y corredores nevados cargados con todo el material. El cansancio se hace notar, pero ya vemos cerca la cumbre.
Son las 18h30 cuando alcanzamos la cumbre de la Barre des Écrins (4.102 m) y estamos muy contentos, pero conscientes de que aún nos queda bajar por una arista nevada y viendo que de nuevo la noche se nos echaba encima. Nos preparamos para descender con rapidez, por la aérea arista de la ruta normal, en unas condiciones de nieve bastante precarias y avanzando en ensamble.
La noche nos cogió a mitad de la arista. Continuamos hasta poco antes del collado y decidimos abandonar la arista con dos rápeles. Con la luz del frontal desciendo por la nieve y más tarde hielo, hasta que se me acaban las cuerdas y busco algo para montar una reunión. Un saliente de roca con un anillo de cuerda será la precaria instalación que nos servirá para montar el último rápel. Le aviso a Pepe que baje y volvemos a tirar las cuerdas esperando que lleguen a la nieve del glaciar. Voy descendiendo y observo como las cuerdas son engullidas por las oscuridad de la profunda rimaya. Necesito impulsarme para dar un buen salto para salvar la rimaya que corta la pared del glaciar, llegando así al suelo del glaciar Blanco. Pepe de seguida se reúne conmigo y preparamos una cuerda para progresar por el glaciar.
La noche es oscura, pero tenemos la suerte de encontrar una traza con una buena huella que nos facilita el descenso por el quebrado e impresionante glaciar Blanco, uno de los de mayor longitud de los Alpes.
Descendemos encordados a unos quince metros y con nudos en la cuerda para frenar una posible caída a una grieta. El silencio era latente entre los dos, la oscuridad invadía el lugar, donde solo las estrellas radiaban una tenue luz que se reflejaba en el blanco de la nieve sumado a la luz de nuestros frontales. Yo iba avanzando delante y de tanto en tanto giraba mi frontal para enfocar a mi alrededor y quedándome impresionado por los gigantes bloques de seracs que nos rodeaban. Seguíamos la huella sin más, conteniendo la alegría de la cumbre y de tener los pies ya por terreno horizontal.
Todo estaba tranquilo y cuando ya perdimos la pendiente del glaciar y nos situamos en una zona más plana, bajamos el ritmo y sentimos ambos la necesidad de comentar nuestra alegría por la actividad realizada. Llevamos muchas horas callados, solo dando las típicas voces de "cuerda, reunión y libre"... Pepe se acercó y no recuerdo bien que dijimos, pero nos felicitamos de la actividad después de dos días escalando, cuando de pronto se abrió la nieve bajo nuestros pies y nos hundimos a la par en una increíble grieta que se encontraba tapada por la reciente nevada. Pepe se quedó con los pies colgando y apoyado sobre los codos para impedir ser engullido por el abismo que aguardaba bajo nosotros. En mi caso me quedé clavado hasta la cintura, pero pude clavar el piolet y retener algo la caída. Rápidamente salí a toda velocidad del agujero y corrí hasta que se tensó la cuerda entre los dos. Clavé mi piolet enérgicamente en la nieve y ayudé a Pepe a salir de su agujero tirando de la cuerda y asegurándolo. En pocos segundos estábamos de nuevo a salvo. Continuamos sin comentar demasiado el susto, pero conscientes de la situación de peligro que acabábamos de pasar. Sabemos de sobra que no se puede progresar en paralelo en un glaciar, pero la emoción de la situación nos hizo bajar la guardia...
Seguimos avanzando por el interminable Glaciar Blanco y las horas iban pasando, creo que ya debían ser las 2 de la madrugada y una sed insoportable dejaba nuestras vías respiratorias y boca muy secas. Llevábamos más de 18 horas de actividad y apenas habíamos bebido ni comido. Recuerdo que el agua se me acabó bastante antes de alcanzar el final del Bastión y me calmaba la sed masticando nieve que lo único que hacia era secarme y acabar llagándome la boca, es decir, más nueve horas sin beber. Aún así estoy obsesionado en llegar al refugio de la Barre des Ecrins, para pasar la noche en alguna zona fuera del frío glaciar y beber agua corriente y no tener que derretir nieve para beber. Pienso constantemente en agua.
Al rato Pepe me dice que tenemos que parar a descansar y beber, que da igual donde estemos pero que paramos ya!. Hacemos un poco de sitio y retiramos algunas piedras y aplanamos el hielo del glaciar para estirar nuestras esterillas y sacar de nuevo nuestros sacos. Pepe saca el hornillo y llena la cazuela de nieve y comienza derretirla. Esperamos pacientes, siendo conscientes que esta agua no podrá satisfacer del todo nuestra avanzada deshidratación y tan solo será un alivio temporal. Mal dormimos, pero descansamos lo que podemos hasta que vuelve a amanecer. Recogemos y seguimos progresando y buscando el camino por un caótico glaciar. En poco rato alcanzamos el refugio, que se encontraba a poco más de trenta minutos, por el lateral izquierdo y ahora si que podemos beber y saciar nuestra sed con agua corriente. Que placer, aunque la boca seguirá reseca y llagada algunos días... Seguimos el sendero hasta alcanzar de nuevo el aparcamiento de Pré Madame Carle.
Esta historia ha terminado, contentos de lo conseguido y forjando aún más la cordada y amistad para afrontar nuevas aventuras.
Dificultad: V+ (MD-)
Desnivel: 1300 m
Material: Juego de friends, pitones varios, fisureros, crampones. un piolet martillo y algún tornillo de hielo.
Podemos encontrar agua cerca del bivac (3500m).
Josep Cabo y Ciscu Carmona
Vivac al final morrena glacier Noir |
Ciscu |
El gran pilar Sur de la Barre |
Pepe llegando a la rimaya al final del glaciar Noir |
Rimaya de entrada al pilar sur |
Ciscu equipándose al final de la rimaya |
Primeros largos del pilar sur |
Glaciar Noir |
Pepe en el bivac |
Amanece |
Pepe en la reunión colgada del Bastión
|
Largo después de la vira y antes de salir a la zona final de roca |
Corredores de salida a la cumbre |
Comentaris