Pico Lenin 7.134 m

Ascensión al Pico Lenin (7.134 m). Cordillera del Pamir.

Resumen expedición:

Salimos el 30 de Julio a las 6:00 h. de Barcelona con destino Tashken, haciendo escala en Frankfurt, junto a una expedición de Terrassa (3), uno de Palamos y otro de Madrid (nos reunimos con él en Frankfurt) en un vuelo regular de la compañía Luftansa. Llegamos a Tashken (Rep. del Uzbekistan) a las 23:00 h. El aeropuerto se encuentra en un estado lamentable. Paneles que no funcionan, lavabos inhumanos etc., etc. Tras dudar si la cantidad de dólares que nos pedían por el visado era la adecuada, acabamos pagando 60$ por cabeza. Pasamos la aduana y nos esperaba uno de los guías de la agencia Asia Travel, encargado del traslado hasta el Campo Base. Llevamos los equipajes (una mochila de expedición y una mochila de ataque, que por cierto esta última no nos la dejaron pasar en el avión, según la azafata era demasiado voluminosa), a un camión tipo militar, donde se quedaron toda la noche.

Seguidamente nos llevaron a el Tashken. Un hotel grande y de buena apariencia por su fachada exterior, pero sinceramente sus habitaciones estaban increíblemente sucias y deterioradas. Cabe destacar la gran dejadez por falta de recursos de estos grandes y lujosos edificios.

El día 31 partimos a las 9:00 h. hacia Osh (Rep. del Kirguistan). Previamente pagamos  100$ por el permiso de ascensión y 40$ más para visados. El viaje lo hacemos en una monovolumen bastante nueva, mientras que las mochilas van en el camión. El recorrido que suma un total de 700 Km., recorre parte de la ruta de la seda (que se encuentra en obras), por lo que se aprecian innumerables puestos en los que venden alimentos del país y bebida. También se observa mucha gente que vive junto a la carretera. Significativas las paradas de los coches en los puertos, pues se calientan con mucha facilidad (la flota automovilística del país no es de lo más nuevo). Paramos a comer junto a un río, donde nos preparan unos pescados “vivos” de los que desconozco su nombre, pero muy exquisitos. Pasamos por Fergana (ciudad grande). Finalmente tras infinidad de controles militares y policiales, llegamos a Osh a las 20:00 h. y nos alojamos en un hotel bastante mejor conservado.

El día 1 salimos hacia el C.B. a las 10:00 h. (papeleos de permisos),. Por el camino el guía se aprovisiona de comida para el viaje y el C.B. Que comentar también que la comida es a base de frutas, verduras, arroz y té. Pasamos varios puertos de 3.000, 3.500 y 3.000 m. sucesivamente. Conforme avanzamos se observan las primeras casas de los Kirguís (nómadas de la zona) que están construidas con pieles del ganado. La comida la comemos dentro del camión, pues vamos justos de tiempo. Pasamos el último control militar  (zona militar fronteriza con Afganistán) en el que esperamos un poco más, pero gracias a la pericia de nuestro guía con los militares, un melón, una botella de Vodka, un apretón de manos y a correr. A partir de aquí entramos en una gran planicie a 3.000 m. de altitud, en la que ya se observan las primeras estivaciones montañosas. Pasadas unas dos horas, llegamos al último pueblo donde giramos a la izquierda para coger una pista que nos llevará al C.B. Tras dudar al final el conductor coge la dirección adecuada. Tenemos que vadear un río de considerable caudal y continuamos por un terreno tortuoso por sus continuas irregularidades. Llegamos a las 22:00 h. al C.B. (3.800 m.) agotados, después de unos 800 Km. de viaje. Allí nos esperaba gente de la agencia con la cena preparada. Después de cenar sacamos los sacos de las mochilas y nos fuimos a dormir a unas tiendas de 2 plazas que ya tenían montadas.

El día 2 , después de desayunar nos presentan al equipo de gente que lleva el C.B., un médico, dos cocineros y un trainer. Nos asombra la poca cantidad de tiendas que hay acampadas, unas cinco o seis. Nosotros esperábamos encontrar un centenar de alpinistas, y allí no había más de una veintena. A lo largo del día notamos un poco los efectos de la altura. Cuando caminas rápido las pulsaciones suben en seguida y cualquier movimiento brusco te marea. Lo que si que empiezan a ser destacables, son los problemas gastrointestinales (diarreas) que padece prácticamente todo el grupo. Por la tarde nieva. 

El día 3, el trainer propone al grupo ir a hacer una pequeña ascensión a un collado de 4.200 m. Esta noche no hemos dormido mucho y no estamos demasiado bien. Por la tarde subimos al collado en zapatillas deportivas y sin mochila, pero bajando empieza a nevar.

Día 4, ha estado toda la noche nevando en abundancia y amanecemos con toda la tienda cubierta de nieve. Pasamos un buen rato quitando nieve. Más tarde ascendemos otra vez al collado (4.030 m.), pero esta vez con botas y mochila. 

Día 5, nos levantamos a las 7:00 h., desayunamos y partimos hacia el C-1 (4.200 m.) para dejar un nido de material y montar la tienda. El glaciar se nos hace bastante largo, pero subimos a un ritmo lento y sin forzar. Tardamos 3:45 h. comemos y volvemos a bajar al C.B. en 3:30 h. ya bastante cansados. 

Día 6 y 7, los tomamos de recuperación en el C.B. y empezamos a montar las mochilas con todo lo que nos vamos a subir, pues mañana subiremos al C-1. Los problemas de diarrea han mejorado, pero de todas formas no dejan de preocuparnos. 

Día 8, salimos después de desayunar a las 9:00 h. hacia el C-1 y llegamos en 3:30 h. Estamos contentos, ya que a pesar del peso que llevamos hemos subido muy bien.

Día 9, descansamos en el C-1 y aprovechamos para hacer las mochilas y preparar unos cordinos, pues mañana subiremos al C-2. Al mediodía observamos varios aludes frente a nosotros (cara norte del Lenin).

Día 10, partimos a las 7:30 h. con bastante material en las mochilas. Cruzamos todo el glaciar hasta la pared norte del Lenin, donde comienza una pendiente importante que superamos muy lentamente. Decidimos no encordarnos, pero esta zona está muy expuesta a las grietas, que hay que ir salteando continuamente. La subida se hace angustiosa hasta que por fin vemos el C-2 (5.200 m.) aquí tenemos que echarle “un cable” al compañero de Madrid que se encontraba bastante tocado. Una vez en el C-2 cavamos una base para montar la tienda, que nos deja totalmente agotados. Rápidamente nos metemos dentro y comenzamos a hidratarnos y a comer un “bolino”, echamos una siesta con la que casi nos recuperamos. En total hemos tardado casi 7 h. En este Campo empezamos a notar  más los efectos de la altura y cuesta más respirar.

Día 11, hemos pasado la noche bien, incluso hemos dormido casi de un tirón. Bajamos al C-1 como ya habíamos previsto. Decidimos encordarnos en la bajada junto al de Palamós y Madrid. Alberto de Madrid clava las piernas en una grieta, pero la reacción del resto evita una caída. Llegamos al C-1 en 3 h. y bastante recuperados. Por la noche, Diego se pone enfermo del estomago.

El día 12 lo dedicamos plenamente al descanso y a la recuperación de Diego. Pensamos subir mañana al C-2, pero ya llevamos un periodo de buen tiempo de casi nueve días y esperamos un cambio de mal tiempo. Por la tarde el barómetro empieza a bajar y la montaña se empieza a cubrir de nubes. Nieva con poca intensidad durante toda la noche.

Día 13, amanece soleado y la tendencia  barométrica es ascendente, lo cual indica que el tiempo se vuelve a estabilizar. Pensamos que mañana es el día que comenzaremos el ataque definitivo, pues ya empezamos a estar cansados del C-1.

Día 14, he pasado una “noche de perros”, vómitos y diarreas han sido la tónica y apenas he conseguido pegar ojo. Nos levantamos a las 5:30 h. de la madrugada y después de meditar la situación, decido subir. Apenas desayuno. Comenzamos la ascensión volviendo a enfilar la empinada rampa hacia el C-2. Mis piernas tiemblan y me encuentro muy cansado, se me pasa por la cabeza renunciar, pero Diego me anima constantemente. Las paradas son casi constantes, pero me obligo a comer y beber y al final consigo recuperarme. Poco antes de llegar al C-2, Diego se hunde en una grieta, tapada por la nieve, hasta la rodilla, pero gracias a la rápida reacción de los dos evitamos una caída. Tardamos 5:30 h.

Día 15, hemos pasado bien la noche y estamos recuperados. Partimos a las 8:00 h. hacia el C-3 con las mochilas a tope. Superamos una primera pala con facilidad, pero más tarde nos encontramos subiendo el pico Razdelnaya (6.148 m.) el cual se nos hace interminable por el peso de las mochilas, la nieve y la altura. En un principio decidimos encordarnos pero más tarde nos desencordamos. Flanqueamos el pico a la izquierda (6.100 m.) y bajamos al C-3 (6.030 m.). Buscamos una zona refugiada del viento para montar la tienda, que situaremos bajo unos amenazantes seracs. Son las 19:00 h., ya hemos cenado y estamos vestidos dentro de los sacos, así mañana perderemos menos tiempo en prepararnos. 

Día 16, son las 4:00 h. y nos disponemos a desayunar. Hace mucho frío, la tienda está helada y la temperatura dentro de la tienda es de -15ºC. La noche ha pasado rápido, apenas sin dormir por los nervios del ataque a la cima. Salimos a las 6:00 h. para evitar el frío. El cielo está despejado y no sopla viento. Nos disponemos a comenzar la interminable cresta que nos llevara a la cumbre. El paso es muy lento, cuesta respirar y paramos continuamente para recuperar. Alcanzamos una canal helada de unos 50-55º que superamos con precaución. Se encuentra instalada una cuerda fija que no utilizamos. Finalmente llegamos a la cima a las 13:30 h. Debido a la altura tienes una especie de “borrachera” que te hace ver las cosas de forma mucho más lenta.

Después de unos 15 minutos de fotos en la cima, bajamos con bastante precaución y llegamos al C-3 a las 17:30 h. 

Hemos conseguido la cima en total tres de los siete expedicionarios, nosotros dos y uno de Terrassa.

Día 17, bajamos al C-1 directamente.

Día 18, llegamos finalmente al C.B. Ha concluido la expedición y todo ha sido un éxito.


Relato audiovisual expuesto en la Biblioteca García Nieto de Cornellà de Llobregat:

Diego Moreno y Francisco Carmona , alpinistas de la UEC de Cornellà y componentes de la Expedición Pamir 97, partieron hacia la zona del Pamir con el objetivo de conseguir la cima del Pico Lenin por la vía Razdelnaya. Este pico, de 7.134 m. de altura, fue pisado por el hombre por primera vez en 1.928 y se le bautizó con el nombre de "Koufman" en honor a la expedición de la Academia de las Ciencias que realizó la hazaña. Hasta 1.930 fue considerado como la cima más alta conseguida por el hombre.

Las horas de camino hasta el Campamento Base a través de 3 ex-repúblicas soviéticas (Uzbekistán, Kirguizistán y Tadzkikistán) nos ayudaron a comprender una cultura y una forma de vida muy diferentes a la occidental.

Pasamos por ciudades decadentes que mostraban la grandeza y el lujo de otra época. Muestra de ello son las grandes obras arquitectónicas de estilo mozárabe que a pesar del paso del tiempo sobreviven, aunque muchas de ellas bastante deterioradas.

La economía de estos pueblos, en su mayoría de religión musulmana, es precaria debido a la inestabilidad política y al paso hacia el capitalismo. Años atrás, los habitantes habían gozado de ciertos servicios, gracias a las infraestructuras que poseían las ciudades, pero la falta de recursos las ha ido transformando y hoy día solamente son el reflejo de lo que fueron.

Si nos llamó la atención el movimiento de las ciudades, sobre todo el de los mercados, en los que podíamos encontrar cualquier cosa, desde te (bebida habitual) hasta una coca cola, más nos impresionó el movimiento y la superpoblación que encontramos fuera de ellas, donde viven de la agricultura y de la venta de objetos artesanos.

Los habitantes de las zonas rurales parecen no haber tenido ninguna influencia de las ciudades, ya que a pesar de la evolución de la humanidad siguen pegados a una forma de vida arcaica, tranquila y despreocupada.

Al ir acercándonos a las primeras estivaciones montañosas empezamos a ver lo que el guía denomina como yurcas. Son unas espectaculares tiendas construidas con piel de ganado donde viven los kirguis (nómadas de la zona). 

Antes de haber podido asimilar todo lo que ha pasado ante nuestros ojos durante las largas horas y kilómetros de recorrido nos encontramos con la impresionante vista de unas montañas nevadas, sus glaciares y nuestro objetivo, El Lenin.

 El Lenin, segunda montaña más alta de la antigua Unión Soviética, está situada en el Alto Pamir, al NO de las altas cumbres del Himalaya. Por el N limita con el valle del río Rojo, generalmente llamado el Gran Valle Alai, y se extiende hacia el E de la frontera china. El Pamir-Trans Alai está dividido por dos ríos que transcurren por el E del desierto del Takla Makan y que fluyen al O del mar de Aral. Según dicen a esta zona se le denominó Pamir por las extensas llanuras de los valles que dividen las cordilleras principales, algunas de 10 a 15 km. de ancho y de gran longitud.

Una vez llegado al Campo Base a 3.800 m. de altura, después de casi tres días de viaje en un camión militar, pasos fronterizos, controles militares  y haber recorrido unos 1.500 Km. por carreteras y pistas en malas condiciones. Nos tomamos unos días de descanso obligados, por el cansancio del viaje y por la altura, en los que decidimos hacer una planificación de la escalada controlando al máximo el peso de las mochilas, los campamentos de altura que tendríamos que instalar y los peligros propios de la montaña.

El quinto día, salimos hacia el Campo 1 situado a 4.200 m. de altitud para montar una tienda y dejar un nido de material.  Este será nuestro Campamento Base Avanzado. El recorrido se hace bastante pesado, discurre por la morrena de un glaciar que dependiendo de la hora del día se convierte en un tobogán de agua. Una vez montado el campamento y después de un ligero descanso regresamos al Campo Base.

Después de unos días de descanso decidimos trasladar todo el material al Campo 1 (Campo Base Avanzado).

Desde el Campo 1 se puede divisar la ruta que tenemos que seguir hasta el Campo 2 situado a 5.200 m. Esta es la parte más conflictiva de la ascensión, por su gran desnivel, fuertes pendientes de hielo, grietas que tendremos que bordear continuamente y peligro de avalanchas.

Una vez en el Campo 2 cavamos una base para montar la tienda que nos deja totalmente agotados, rápidamente nos metemos dentro y comenzamos a deshacer nieve para hidratarnos. Esta ha sido una jornada agotadora. Durante la noche los efectos de la altura se empiezan a notar y la temperatura a bajado considerablemente.

Hoy bajaremos al Campo 1 para recuperarnos del esfuerzo. Aquí esperaremos unos días debido a los problemas estomacales padecidos por uno de nosotros y el mal tiempo reinante.

El día amanece con dos palmos de nieve y el barómetro indica mal tiempo, hoy será otro día forzado de descanso, caen aludes con bastante frecuencia debido a la inestabilidad de la reciente nieve caída y las huellas dejadas anteriormente en la ruta hacia el Campo 2 han desaparecido.

Hoy por fin hemos decidido subir al Campo 2, a pesar de los problemas estomacales no queremos desaprovechar esta mejoría de tiempo y continuamos con nuestro ascenso.

Nos instalamos dentro de la tienda y después de una suculenta comida a base de jamón de nuestro país y fundir nieve, decidimos meternos en nuestros sacos. Los rayos de sol empiezan a desaparecer y el frío se hace insoportable.

Después de pasar una agradable noche a 5.200 m., partimos hacia el Campo 3 situado a 6.030 m. de altura. El itinerario transcurre por fuertes pendientes de hielo, hasta una ancha cresta donde el viento nos recibe con violencia. Se supera la vertiente norte del Pico Razdelnaya de 6.148 m. por unas pendientes muy largas hasta flanquear su cima. Desde donde se divisa el Campo 3 a 6.030 m. de altura.

No existen muchas plataformas para poder montar la tienda, tenemos que cavar una base en la nieve con la ayuda de la pala y los piolets. Desde este pequeño balcón se divisa perfectamente el Campo 2, el Campo 1 y toda la morrena que baja hasta el Campo Base.

Mañana será un gran día, pues intentaremos el ataque final a la cima. El tiempo parece seguir estable pero hace mucho frio. Dentro de la tienda estamos a 15 º bajo cero, hay que preparar todo el equipo necesario para el ataque final sin sobrecargarse de peso, algo muy importante a estas alturas.

Son las 4:00 de la madrugada y no hemos pegado ojo debido a los nervios y el frío. La tela de la tienda esta totalmente congelada y todo lo que tocamos esta frío y helado. Nos incorporamos e intentamos fundir nieve para el desayuno, pero el agua tarda mucho en calentarse. Nos abrigamos con toda la ropa y esperamos a que caigan los primeros rayos de luz para ponernos en marcha. Ahora viene la tarea difícil, colocarse las botas y los crampones.

A las 6:00 de la mañana abandonamos nuestro pequeño refugio, el cielo está despejado y no hace viento. Poco a poco nos ponemos en marcha y avanzamos con prudencia, la altura se hace notar. No hay huella abierta y esto significa que quizás seamos los primeros en conseguir la cima este día. Las pendientes de hielo parece que nunca se acaban, se suceden una tras otra y la cima aun no se divisa.

Nos encontramos en un tramo expuesto donde hay instalada una cuerda fija.  Superado este el itinerario se dirige hacia un plató y luego continua por una larga e interminable cresta que va a dar a la cima de la montaña.

Hoy es 16 de agosto, son las 13:45 h. y estamos en la cima. La panorámica es impresionante, el cielo es de un azul muy intenso y hace mucho frío. HAY QUE BAJAR.

 Diego Moreno y Francisco Carmona


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