Matterhorn-Cervino Arista Hörnli (4.478 m)

Es martes 29 de junio de 2010. Venimos directos de Barcelona a Zertmat, después de haber hablado por teléfono con el guarda del refugio Hörnli e informarnos que la cara norte del Cervino se encuentra en condiciones para escalarla. Estamos a finales de junio y parece que este año de momento las temperaturas bajas y la nieve aún se mantienen en los Alpes, a la espera de que el termómetro comience a subir y se convierta en peligrosa e inescalable la cara norte del Cervino.

Llegamos a Zermat y montamos las mochilas con el material necesario para la escalada. Cogemos el teleférico para seguir hasta el refugio Hörnli y comenzamos a notar calor... La temperatura es muy alta y nos hace sospechar que la escalada puede ser una bolera con estas temperaturas. 

La norte del Cervino es una escalada de un compromiso muy elevado debido a su precario y difícil aseguramiento, por lo que las condiciones de la pared deben ser frías para evitar las caídas de piedras debido a una arquitectura rocosa muy descompuesta que no deja de lanzar rocas cuando suben las temperaturas por su permafrost cada vez más debilitado, pegamento natural que congela roca i tierra.

Llegamos al refugio y lo que nos temíamos se hace realidad. El guarda nos dice que la norte no está en condiciones para escalarla con el aumento de temperaturas y que sería muy peligroso hacerlo. Después de la decepción y meditar que hacer, nos decidimos por escala la arista Hörli, A Pepe no le motiva mucho, porque ya vino a escalarla hace años. Finalmente cogemos motivación y vemos que la ascensión puede ser muy alpina, debido a que estamos a principios de temporada y aún no hay cordadas intentándola. 
 
Esta famosa arista que asciende por su cara noreste, parte desde el refugio Hörnli a 3.260 m. La arista tiene un desnivel de 1.200 m hasta alcanzar la cumbre suiza -Matterhorn 4.478m- e italiana -Cervino 4.478 m- ambas unidas por una afilada pero corta arista. 

Podríamos dividir la montaña en cuatro partes, la primera hasta el ref. Solvay (4.000 m), la segunda hasta las cuerdas fijas, la tercera el tramo de cuerdas fijas y la cuarta la ascensión por nieve hasta la arista final.

La primera parte no es la más difícil, excepto la llegada al ref. Solvay, existen pasajes de III y alguno de IV, pero se progresa con relativa facilidad, donde la cuerda será opcional en función de las habilidades de la cordada.

La segunda parte , ref. Solvay, se sale encordado, por encontrarse la dificultad más mantenida y con mayor exposición hasta llegar a las cuerdas fijas.

La tercera parte de cuerdas fijas en donde se encuentran las mayores dificultades técnicas, pero quedan solucionadas al existir las cuerdas fijas, que requieren un esfuerzo considerable para subir a pulso por algunas de ellas.

Acabadas las cuerdas fijas aparecemos en la cuarta y última parte, una pala nevada o helada de una inclinación de unos 50-55º que nos llevará hasta la misma arista somital. Allí podremos llegar hasta las dos cumbres, primero la suiza y más alta (4.478 m) y después la italiana (4.476 m) ambas separadas a una distancia de unos cien metros.

La bajada es delicada y laboriosa, aunque si se va pegado a la arista se encontraran numerosas instalaciones de rápeles que se podrán aprovechar para el descenso. 

Durante el descenso, Pepe sufrió un corte con una laja de piedra muy afilada en su pierna, a la altura de la rodilla. El corte fue considerable y de una cierta profundidad. Hicimos un vendaje para cortar la hemorragia y continuamos el descenso más lentamente. Este incidente hizo que nos retrasáramos bastante y llegáramos al refugio a la una de la madrugada.

Al día siguiente y después de desayunar seguimos el descenso hasta Zermat para seguir hasta el hospital de Chamonix donde pudieron atender la herida de Pepe.

La ruta en general es muy completa y aunque no excesivamente complicada si que requiere bagaje y amplia experiencia en alta montaña.

Josep Cabo y Ciscu Carmona





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